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Vall del Pop

Los municipios que componen la " Mancomunitat " constituyen un territorio de gran belleza paisajística y alto valor ecológico. Desde las calas costeras de Benissa a las altas cumbres de Castell de Castells se suceden valles y montañas, pero es el río, con sus mansas aguas estivales y sus furiosas avenidas otoñales, el auténtico corredor que articula La Vall.
Bosques de pinos, carrascales y fresnos, y algún que otro ejemplar de tejo o madroño, impregnan de un color especial este paisaje, conviviendo en laderas montañosas con abancalamientos de anchos márgenes de piedra caliza, vestigio de otros tiempos. Muchos, todavía conservan plantaciones de almendros, olivos y algarrobos centenarios, y es frecuente encontrar ruinas de corrales o cobertizos de labranza, así como algún que otro pequeño pozo o manantial.

Paisaje, gastronomía, naturaleza, artesanía, historia, fiestas y tradiciones, junto al carácter amable y acogedor de sus gentes, hacen de la Vall de Pop un territorio único que un viajante no se puede perder.